• Mota: Crónicas de la música urbana


    HABER FORMADO PARTE DEL NACIMIENTO DEL REGGAE VENEZOLANO LO LLEVÓ A DEDICARLE SU VIDA ENTERA A ESTE MOVIMIENTO. DESDE PRINCIPIOS DE LOS 80 HASTA LA ACTUALIDAD, MOTA HA SIDO PARTE, COMO ACTOR Y COMO ESPECTADOR, DEL MOVIMIENTO MUSICAL URBANO VENEZOLANO
    Para Mota, el reggae tiene mucha riqueza espiritual, además de tener una fuerte doctrina religiosa con la que se le relaciona. “Siento que el reggae es un ritmo envolventemente mágico y espiritual. Tiene mucha divinidad, mucha expresión de sentimientos que son naturales en el ser humano. También está muy relacionado con la naturaleza, que es rica, que es una expresión divina de Dios y creo que el reggae conlleva respirar y a estar en más contacto con ella, con la ‘yerba’, esa divinidad que nos ha regalado Dios. Eso es el reggae y eso soy yo”.Raúl Mota está convencido de que la primera banda de reggae venezolano se llamó Dur-Dur y nació en la urbanización Las Américas de San Martín, donde él se crió.
    Era el comienzo de la década de los 80 y el movimiento “minitequero” salía de su incipiencia. Caracas estaba minada de minitecas: de merengue, de salsa, de house o synthpop (cualquiera de estas dos últimas llamadas en el país changa) y, aunque en menor escala, también había de reggae, punk, ska, new wave, rocksteady y cualquier otro género urbano-popular de esos que salieron disparados del ciclón de los 80. Caries, una miniteca que le rendía culto a estos últimos géneros alternativos, se transformó en la primera banda de reggae fabricado acá: Dur-Dur. Según Mota, “lo que ellos hacían era una expresión muy urbana de la influencia inglesa y jamaiquina”. En ese momento solo existían bandas de reggae formadas por músicos inmigrantes: isleños, del Caribe. No existía aún una banda con sello venezolano. El mismo año de la formación oficial de Dur-Dur, también nació Desorden Público, quienes, a su vez, tenían una miniteca en Vista Alegre —urbanización cercana a Las Américas— llamada Aseo Urbano.

    A Raúl Mota siempre lo llaman por su apellido. Tiene 42 años, ha sido —y es— bajista de relevantes bandas del movimiento de reggae venezolano, es comunicador social al servicio del Ministerio de la Juventud y, lo más importante, es padre de Isaac Nayahmen, de Maia Oriana y de Luna Zaion. Creció siendo el menor de una familia de siete hermanos, donde la música de origen africano estuvo muy presente. “Mi hermano mayor inmediato era pana de los de Dur-Dur y siempre llegaba a la casa con LP y cintas que ellos le prestaban. Cuando él se descuidaba, yo le agarra los discos y fueron justamente los sonidos del ska, del punk, del new wave los que más me gustaron desde que era un niño, adolescente”.

    Bandas como Dur-Dur, Onice, Desorden Público, Sentimiento Muerto, Zapato 3 —formadas en los 80— gestaron el amasijo de música urbana que experimenta Venezuela. Una vez metido en ese movimiento eufórico y arrasador, a Mota no le quedaba duda de que la música era su camino. A finales de los 80 nació su primera banda, un trío apodado Los Mudos. Es así como agarra un instrumento por primera vez: un bajo, el que aprendió a tocar a punta de “métodos” e imitación. Luego nacieron Los Katalíticos, una banda de ska que duró hasta el año 96. Su primera incursión propiamente con la música reggae fue con Majestic Ruler, una agrupación con un sonido muy distinto al que ya se había propagado por Venezuela con Dur-Dur, Onice, Mulato o El Buque Negrero.

    Después de Majestic Ruler nació Jahbafana, una agrupación compuesta por las opulencias de su predecesora, cuyas canciones sonaron en el festival internacional de reggae más importante del mundo en su edición del año 2011: el Rototom Sunsplash. Antes de eso también existía La Big Landin Orquesta y Papashanty Sound System. La primera es otra de sus creaciones: una banda de ska tradicional. La segunda es una explosión, el resultado final de una mixtura entre el reggae, el dance hall, el ska, el drum and bass y el hip hop: una banda en la que cada integrante tenía algo especial que aportar: One Chot, vocalista de Negust Nagast; Danel Sarmiento, baterista de Desorden Público; Chonto Turola y Magú Guzmán, actuales padres de Circo Vulkano; Bostas Brain, de La Corte y, por supuesto, Mota. Hoy en día, además de Jahbafana, participa en otros proyectos como Jahlfaomega, una agrupación de reggae compuesta en su mayoría por mujeres; El Círculo Dub, banda que acompaña al cantante Jey Da Polemic; Bahtawi, reggae religioso, y la reaparición de Los Katalíticos.

    Otro hecho puntual que ayudó a Mota a tomar el reggae como género bandera es haber ido a un concierto de Luciano y Joseph Hill (de la banda Culture), dos expresiones primigenias del reggae jamaiquino que vinieron a Venezuela en el año 98, en el mismo momento en que Jahbafana se estaba formando. “Ese concierto fue en Maracay y también tocó Desorden Público, Mulato, Dean Fraser —importante saxofonista jamaiquino que ha grabado con casi todas las luminarias del reggae— y Mikey General, otro importante exponente del reggae jamaiquino. Ese concierto marcó un antes y un después en mi camino musical y espiritual”.

    POR MABE CHACÍN G.
    FOTOGRAFÍAS AMBROSIO PLAZA